El ductus, expresa el número de trazos, el sentido de éstos y el orden
por el cual son trazados consecutivamente en una letra. El ductus expresa el movimiento que demuestra la disposición de las
formas. El movimiento incorpora, en las minúsculas, las marcas de la
cursividad, es decir las características del movimiento propio de la escritura “seguida” o “corrida”. El movimiento de la escritura tiende a inclinarla hacia
la derecha. Las diversas cursivas o inclinadas reciben más contribución del
movimiento gestual que las romanas rectas. Los ganchos son más acentuados y las
aspas más largas, tal como se realiza en las letras copperplate.
fuente Shyver
Martín
señala que si se sigue “el principio de
dejar que la pluma haga movimientos suaves y no forzados, cada letra se compone
de dos o más trazos, que se combina según reglas generales que determinan la
dirección de cada trazo y su orden en la secuencia de construcción. La
secuencia lógica, - en la caligrafía occidental - , que es la más natural para el movimiento de la mano y la pluma, es construir la letras de izquierda a derecha
y hacer los trazos de arriba hacia abajo. Así, los trazos verticales y oblicuos
bajan desde el límite superior hacia la línea de escritura.” En efecto, los
trazos en los diversos alfabetos varían, por ejemplo, la letra Choc, se construye con tres trazos
mientras que la itálica de rasgos prolongados, se construye con seis trazos en
letras como la A, K, R y W.
Trazos a pincel y caña del Maestro Rubén Gutierrez
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar