En Colombia los diversos
tipos de letras se expandieron gracias a la educación pública. La letra copperplate
inglesa que había ingresado hacia 1830 dada las relaciones comerciales y el
apoyo de Inglaterra en la independencia, se cultivo en los círculos aristocráticos,
la correspondencia oficial.
Se difundió a través de muestras de escritura y
textos de lectura. Hay abundante
correspondencia oficial y personal en los archivos históricos, que muestra su
difusión en los círculos altos, y las notarias, pero pocos materiales que den cuenta
de su expansión en la escuela en el siglo XIX.
Sin embargo, coexistió hacia
comienzos del siglo XX con la letra Palmer, una variante de las Copperplate
norteamericanas. En las Normales, instituciones de formación de educadores, y
en instituciones religiosas, predominó la lera inglesa, lo cual se puede observar en los cuadernos de la época.
Si bien la letra Palmer
se utiliza en las notarias desde 1890 y los círculos literarios de mujeres,
sólo se difunde en la escuela a través de la cartilla alegría de leer hacia
1930, y el manual de "Caligrafía comercial" desde 1935.