El profesor Fernando Romero
Loaiza de la Universidad Tecnológica de Pereira, realizó hacia el 2005 una
investigación sobre el dirigente indígena Manuel Quintín Lame, lo cual se
tradujo en un libro sobre el dirigente y se renovara su interés por la
caligrafía y la escritura.
El indígena Manuel Quintín
Lame nace en el Cauca en Colombia, 12 de diciembre de 1880 y muere en el Tolima en
octubre 7 del año de 1967. Aunque fue un dirigente indígena Paes, Nasa como se
denominan en su lengua, que lucho por los intereses de sus copartidarios de
etnia y de otros grupos, se interesó por la educación y la escritura. Hacia comienzos
del siglo XX con indígenas que habían aprendido a escribir en escuelas de
primaria y leyendo materiales de derecho, elaboro innumerables
memoriales por la causa indígena.
Manuel Quintín Lame
se encuentra entre dos tradiciones, la escritural de la Biblia, y la gráfica,
icónica, del mundo y la naturaleza de las comunidades indígenas. En la
naturaleza está: “…el Libro de los Amores, el libro de la filosofía”, porque
ahí está “…la verdadera poesía, la verdadera literatura….” (Quintín, 1971:
Esta gran influencia
de las dos tradiciones escriturales se refleja en su obra en las
diferenciaciones que establece de los dos mundos: el del indígena y el del
blanco. Por ello, la escuela y la escritura constituyen en la época el sustrato
de una diferenciación social entre blancos e indígenas, los lugares de
resolución de la cultura letrada de la sociedad hegemónica y la escuela, con la
cultura iletrada de los indígenas: Manuel Quintín, percibe esta diferencia, por
ello en su libro asocia la educación del blanco a la escuela, lugar
privilegiado del libro en la época, y el nivel alfa, a la naturaleza, el lugar
del indígena, donde están los petroglifos, el viento, los ríos, el libro de la
ciencia.
Para Quintín la
escritura como proyecto de la escuela, tiene sus propios medios tecnológicos,
espacios de referencia y su tradición, al cual difícilmente acceden los
indígenas. En cambio, la naturaleza posee sus propias formas escriturales, en
las cuales predomina lo icónico: es decir los petroglifos que se hallan en el
mundo del indígena.
“... la idea del
hombre indígena que estudio en la Madre Selva y para quien el jis fue un carbón
de madera, la pizarra una tabla de la misma madera, y la pluma una pequeña
aguja de hierro que cargaba en la copa del sombrero...” (Quintín, 1.987: 16).
«Hizo aparecer dos
sabios mujer y hombre, la mujer para que enseñara a hilar el oro y a cruzarlo,
es decir, a tejerlo, y el hombre para tallar la piedra y hacer jeroglíficos sobre
ella, hacer caras de hombre, de animales y aves; también hacer fetiches,
cocodrilos y aves de oro con sus polluelos, cigarras, sapos, lagartijas,
serpientes etc.» (Quintín 1987:38)
Fuente
Fernando Romero
Loaiza. (2005) Manuel Quitrín Lame: El indígena
ilustrado, el pensador indigenista. Editorial el Papiro: CRIC/UTP:
Pereira.
https://www.researchgate.net/publication/264533626_Manuel_Quintn_Lame_Chantre_el_indgena_ilustrado_%28Parte_uno%29?ev=prf_pub
https://www.researchgate.net/publication/264533626_Manuel_Quintn_Lame_Chantre_el_indgena_ilustrado_%28Parte_uno%29?ev=prf_pub
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