Jean-Michel Basquiat es uno
de los representantes en los años
ochenta de la escritura y el arte urbano en Nueva York, su ciudad de
residencia. Su talento lo condujo del
espacio anónimo del graffiti, el arte de pared, la escritura contestataria y política,
hasta las galerías y los museos más respetados en las principales capitales del
arte mundial, pero su carrera quedo truncada, con apenas 27 años de edad y
debido a una sobredosis de drogas.
Hijo de madre puertorriqueña
y un padre haitiano, nació en el barrio de Brooklyn. Ya a los cuatro años,
asoma su interés por el diseño inspirado por los dibujos animados de la
televisión y el amor al arte transmitido por su madre que hace de las visitas
al Museo de Brooklyn, al Metropolitan y al museo de Arte Moderno de Nueva York.
Completaba esta enseñanza-aprendizaje, con sesiones de lectura en la que la
poesía tenía un lugar preponderante. A los 16 años, ingresa en la
City-As-School, centro destinado a la formación de adolescentes superdotados
que no pueden adaptarse al sistema escolar tradicional, de donde es expulsado
por rebeldía cuando le faltaba solo un año para graduarse.
Desde los 17 años,
su sitio favorito de sus correrías fue el Bajo Manhatan, donde sobrevive con la
venta de postales y de camisetas que él mismo decoraba. Sus pintadas y escritos
tenían una enorme carga poética y filosófica que hablaban de su sensibilidad e
inteligencia, pero sobre todo, de su visión de la vida plagada de desencanto,
amargura y soledad. Estos murales llevaban inscripciones como "SAMO salva
imbéciles" o "SAMO pone fin al lavado de cerebro religioso, la
política de la nada y la falsa filosofía".
En esa década el graffiti, los tagsy, la pintura de mural, formaba y parte
de la arquitectura urbana, y realizaba su ingreso a los espacios del arte. Esta
época fue propicia para Basquiat pues el
pop art ya había agotado sus temas y técnicas, y el minimalismo había ocupado
el campo de la creación. En ese panorama el artista hizo del grafiti un campo
de experimentación para la escritura y el arte. Esta tarea lo condujo a
reincorporar los viejos trabajos de los sesenta que integraban el texto, la
escritura, la caligrafía la imagen, a reincorporar motivos y trazos muy propios
de la pintura infantil, a producir tramas y texturas abigarradas y pesadas de
índole expresionista.
Como comenta Lilliana Ramos la presión del mercado
y un arte aséptico fue muy fuerte, "en sus primeros años,
muchos clientes de Basquiat recelaron de su letrismo por la naturaleza directa
de su protesta social, y así prefirieron que se dedicara a pintar figuras sin
texto. Quizás de ahí venga la insistencia en los tachones, en la reiteración
punitiva de frases confesionales, en la construcción de pentimentique con
frecuencia encubre textos, en la creación de “lenguajes” propios. En sus
trabajos Basquiat desarrolla la idea del cuerpo humano como grafo, y del texto
como juego de palabras . El dibujo propiamente deviene escritura.
Fuente:
Lilliana Ramos Collado. Jean-Michel Basquiat: Tomas de la palabra y de la imagen.
http://bodegonconteclado.wordpress.com/2012/03/13/jean-michel-basquiat-tomas-de-la-palabra-y-de-la-imagen/
http://encontrarte.aporrea.org/135/personaje/ videos
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Hola, amigos. Gracias por compartir mi trabajo con sus lectores. Me gusto como quedo esta bella nota en que cita mi blog, Bodegón con Teclado. Felicitaciones.
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