Fernando Romero Loaiza. Tirapen y tinta |
El sexto principio el
alargamiento de los trazos gráficos. En la tradición canoníca de la caligrafía
el alargamiento del trazo se realizó a
profundidad en los remates o serifas de la itálica decorativa o itálica flourished,
posteriormente en la caligrafía decorativa Norteamérica, sin embargo, el alargamiento
ya no de los remates sino del cuerpo de las letras, se inicia con el
expresionismo abstracto y los calígrafos expresionistas.
Alargar la letra implica contraer
el espacio interior (contraformas), modificar las proporciones de la letra, de esta se van creando texturas graficas
entreveradas como si fueran las raíces de un árbol. Se inicia como se observa
en la obra del maestro Rubén Gutiérrez alargando la letra y reduciendo el
espacio interletral. Luego exagerando el trazo y modificando la inclinación si
se quiere como en la obra de Yaz.
Itálica con caña. Rubén Gutierrez |
La obra se torna ilegible pues aquí
interesa la fluidez y el ritmo que se logra con esta intervención, así como la
composición que se logra, es decir el balance, la alternancia de los trazos cortos
y largos. Por la experiencia habida con los
estudiantes se ha podido observar que la elaboración de alargamientos como una manera
de introducir a los estudiantes en la caligrafía expresiva, ha redundado en una
mayor flexibilidad grafica y pericia caligráfica.
Como
se observa en la obra John Stevens sobre un fondo azul, sobresale el trazo expresivo alargado y superpuesto, realizado en color blanco y recubierto con tinta azul. También este tipo de procedimiento
es aplicado por los calígrafos gestuales para dar ritmo a su obra como lo
realiza Louise Grunewald, en éste trabajo con acuarela y muy minimalista en sus
trazos.
Louise Grunewald, |
Cortesia de Rubén Gguiterrez, Yaz López.
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