Gibson,
J. J. en un artículo de 1954 sobre las relaciones
entre la percepción visual del movimiento y el movimiento, dio origen a lo que
más tarde sería la teoría del affordance,
es decir, disponibilidades u ofertas. Este término se utiliza en varios
campos: psicología perceptual, cognitiva, diseño industrial, HCI
(Human-Computer Interaction), inteligencia artificial, diseño de interacción. En caligrafía y arte, lo hemos utilizado para
referirnos a las posibilidades que ofrecen las herramientas.
Hay dos diferentes vías de definición del término. La definición original, introducida por James J. Gibson en su artículo “Teoria de Affordances” en 1977, describe todas las posibilidades de acción que son materialmente posibles.
Cartelpen |
Tomado de Charo Dávalos R. |
Hay dos diferentes vías de definición del término. La definición original, introducida por James J. Gibson en su artículo “Teoria de Affordances” en 1977, describe todas las posibilidades de acción que son materialmente posibles.
La
segunda definición, una depuración de la anterior define el término como las
posibilidades de acción que el usuario es consciente de poder realizar. Las
disponibilidades u ofertas se refieren a lo que cualquier superficie u objeto
le ofrece al animal –si puede ser agarrado, comido, pisado, etc.
En este sentido en caligráfica
cada herramienta no solo tiene una función o uso, también varias funciones que
pueden ser descubiertas agregadas, por el aprendiz o calígrafo. A medida
que el aprendiz las va descubriendo, su percepción del objeto y la dinámica
grafica va cambiándo: la imagen de una estructura de la letra como algo estático
va cambiando por una imagen dinámica de la letra.
Tiralineas |
El descubrimiento o la modificación de una función
de una herramienta , por ejemplo, el tiralíneas, las cañas de madera, los
marcadores, las cartelpen y tirapen, son algunas de las actividades que los calígrafos
han realizado en la búsqueda de affordances útiles para la caligrafía
expresiva y gestual.
Fuentes.
A.J. Wells. Gibson's affordances and
Turing's theory of computation.
Ecological psychology,
14 (3). pp. 140-180
Charo Dávalos R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario