La enseñanza de la caligrafía
desde el siglo XIX, hasta la actualidad contempla la noción de una enseñanza
desde el esquema grafico. Esto es, desde palabras generatrices, es decir, palabras
similares entre sí. Se sabe por experiencia y las investigaciones desarrolladas
por la psicoescritura y neuroescritura hacia la década del noventa, que se aprende
con mayor rapidez y facilidad aquellos trazos que son similares.
Tomado como referencia
el libro de "Caligrafía expresiva, arte y diseño", podemos considerar que las configuraciones y los
aspectos transformativos de las letras son dos características que se desarrollan en el
entrenamiento. El aspecto figurativo, perceptual, (la letra commo tal) es preoperatorio en el
sentido piagetiano; el aspecto operativo del pensamiento es relativo a las
transformaciones, y por eso se refiere a todo lo que modifica el objeto, es
decir, desde las acciones hasta las operaciones,
Podemos considerar
entonces que el esquema grafico en la
escritura a mano (handwriting), se origina en un sistema operatorio
práxico característico de cada letra y el cual es descomponible e
intercambiable en diversos elementos de la acción. En la tipografía, el esquema
gráfico, denominado por Jonhston, como forma básica de las palabras, es una estructura
en la cual se puede combinar trasmutar diversos elementos para dar origen a
diversas letras.
En los siguientes
ejemplos del manual del calígrafo ingles
John Shyvers, vemos como la itálica puede
dar origen a diversas configuraciones de letras, de igual manera un remate o
serifa a la derecha se presenta en diversidad de letras. Entonces, el
aprendizaje de ésta secuencia de trazos similares, redundara en un mejor y más rápido
desempeño
Fuentes:
John
Shyvers. An introduction to calligraphy
Fernando
Romero Loaiza, Jorge Alberto Lozano Valencia, Rubén Darío Gutiérrez Arias.
(2011) Caligrafía Expresiva, Arte y
Diseño.
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