En la elaboración de
materiales para la enseñanza, se ha optado por denominarlos cuadernos, dado
su paginaje: unas 24 páginas. En términos históricos, ésta fue la
denominación de los calígrafos en el siglo XIX, para un tipo de
materiales impresos que se utilizaba para hacer ejercicios.
Ahora bien, un texto manuscrito puede tener
varios fines: servir como original para elaborar una versión digital o tipográfica;
ser un original del cual se realizan copias con medios mecánicos o electrónicos;
o constituir una obra única.
En las imágenes que se presentan se elaboró un cuaderno manuscrito que sirvió de original para una edición tipográfica. Con
textos de Fernando Romero Loaiza y Kahetrine Granada, así como la caligrafía de
ésta joven calígrafa, se elaboró un material de enseñanza para niños.
La portada inicial fue elaborada
por Berta Muñetón. Los textos, muestras de escritura elaborados con micro punta
y lápiz de carpintería en papel cuadriculado. Los textos fueron elaborados en Itálica script
El objetivo de este texto fue introducir al niño al mundo de la caligrafía canónica y expresiva y difundir como escritura escolar, la itálica script y cursiva.
Se presenta las imagenes de ambos cuadernos para comparar el tipo de intervención realizada.
El objetivo de este texto fue introducir al niño al mundo de la caligrafía canónica y expresiva y difundir como escritura escolar, la itálica script y cursiva.
Se presenta las imagenes de ambos cuadernos para comparar el tipo de intervención realizada.
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