En el taller de
caligrafía artística y experimental de la Facultad de Artes de la Universidad
Tecnológica de Pereira, al finalizar el curso se utilizara en los ejercicios de
caligrafía gestual, micropuntas, colapen y tirapen, con acuarelas y ecolín.
Con base a unas
herramientas como colapen y tirapen, que nos había obsequiado Susana Munay en argentina, Beimar Espitia
estudiante del taller, escultor y tallador, elaboró algunas con mango de bambú
y hojalata. Estas herramientas cómo las que se muestran son de mayor tamaño y
un mango más grande, muy adecuadas para grandes trazos muy rítmicos, como se ve en el ejercicio que se muestra.
También Beimar elaboró
unas plumas de balso con mango de bambú. Estas herramientas son muy adecuadas dad
su capacidad de carga de colorantes o tintas tanto para caligrafía formal como gestual
y/o expresiva.
Igualmente de Buenos Ares,
Argentina el profesor Maicol Ruiz nos trajo unas tintas ferrogálicas elaboradas
por Edgardo Maldonado, un apasionado de este tipo de medios. Muy utilizadas en
los documentos oficiales entre 1400 y 1700, tiende tomar un color sepia muy
fuerte con el tiempo. En Colombia es común encontrar en los archivos coloniales
de Popayán, Bogotá y/o Cartago, documentos
elaborados con estas tintas.
Las
tintas que elabora Edgardo se adhieren muy bien a algunas plumas inglesas como
la que se muestra, tiene un olor dulzón a fermentado, un color oscuro con tonos
sepias y se puede lograr algunas tonalidades grises. Una de las preocupaciones
del Edgardo es reducir la acidez de estas tintas pues dado esto en ocasiones
por decirlo así, rompen o devoran el papel.
Una
fórmula generalizada de estas es la siguiente: extractos de ácido tánico, (obtenido
del árbol de roble, vitriolo (sulfato ferroso/ FeSO/ sal de hierro, goma
Arábiga y agua.
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