martes, 28 de enero de 2014

Un proyecto con el ritmo y la textura de las letras procesales



 
Letra procesal.AHC

 

Las escrituras procesales son, en realidad, el resultado de cursivizar al máximo las cortesanas. La forma de las letras se desfigura, se multiplican los rasgos superfluos y los lazos envolventes, y las palabras se unen o fracturan buscando la velocidad en la escrituración. En algunas ocasiones, la escritura llega a presentarse como una sucesión casi ininteligible de bucles y lazos. El nombre proviene del fin para el cual fue usada, los procesos juridicos.


 


La escritura cortesana  se empieza a usar hacia fines del siglo XIV. En el siglo XVI se nota la influencia de la escritura Humanística sobre la Cortesana. En la escritura Cortesana hay nexos de unión adicionales que a veces no tienen ningún valor fónico. Las abreviaturas dependen mucho del escribano y su habilidad. En la Cortesana al igual que en la Procesal no hay mayúsculas propiamente dichas. Las letras son un poco estrechas, las ligaduras se efectúan a menudo por la parte superior.


 

       Letra procesal.AHC


Esta caracteristicas  hacen de la letra procesal un excelente recurso par realizar ejercios de caligrafía expresiva y/o gestual.  Se analizo el ritmo de éste tipo de letra y se realizó un ejercicio de texturización y variación aplicando del concepto de escritura procesal en una inglesa personal.  



Se calco uno de los documento anteriores del Archivo Histórico del Cauca, Popayán, en papel de arroz. Sobre un fondo húmedo realizado en acuarela se pego el papel de arroz y se espero que estuviera seco. Se repintaron los trazos con marcador para escritura (micropunta). 



Una característica del papel arroz: cuando se realizan trazos en pincel ya sea con tinta a acuarela, estas traspasan el papel a otro material sin que él se rompa. en este caso no interesaba realizar una reproducción exacta, sino un textura desvanecida que se combino con la inglesa personal, pero los dos ritmos no armonizaron. Se realizaron varios ejercicios pero no se logro un buen balance.


Se decidio entonces trabajar con el ritmo y la textura procesal, contrastando estos elementos con fondos de color y letras de color.  El resultado fue más afortunado.
Detalle


Al final se realizó un ejercicio de texturización con letra procesal en la perspectiva del arte callejero. Se hizo un fondo chorreado con ecoloines sobre cartón paja, luego se calco el texto anterior en papel arroz. Se repinto el texto con micropunta o rotuladores de varios colores. 

Se colocó el papel arroz sobre el cartón paja y se humedeció con un pincel ancho. Las tintas se corrieron (difuminaron) que era el efecto esperado. Cuando estuvo seco se pego sobre el cartón paja. El resultado, un grafiti en letra procesal.


jueves, 23 de enero de 2014

Ejercicios con el abecedario



 
Rubén Gutierrez. Alfabeto con pincel
Los ejercicios con un alfabeto son un excelente recurso para  el aprendizaje en caligrafía.  El alfabeto permite realizar diverso tipo de variaciones del canon y realizar composiciones y contrastes ya sea de letras o color.   Por ejemplo, variaciones del grosor de la letra, de los espacios entre letras, el interlineado, la inclinación, alargamientos.  El alfabeto se puede realizar con plumas, pinceles,  lápices de colores, marcadores, colapen y parallet pen.
 
Roann Mathias
 
 Suzanne Moore
 
Hans-Burgert
En los siguientes trabajos se utilizó el alfabeto itálico modificado e hibridado con unciales. Se utilizó un parallet pen de 6.0 milímetros, pincel recortado y lapices de carpinteria. Como soporte se empleo hojas de cartón paja y papel acurela de grano grande. Además ecolin.
Lapices de modisteria, pincel recortado, parallet pen

Papel acuarela y parallet pen


Carton paja, ecolin y parallet pen

El objetivo realizar composiciones equilibradas de índole abstracta, en las cuales se contrastaba colores cálidos y fríos con el abecedario. En algunos trabajos, el abecedario se elaboro de maner casual y distraida, sin preocuparse por los aspectos canónicos. En otros el papel acuarela no permitio lograr un trazo definido debido al granulado. En otros se busco un abecedario compacto y equlibrado.

Acrilico, tinta sheaffer, lapiz de modisteria, parallet pen
Papel acuarela
Separador de hojas. Ecolín, marcador, lapiz de modisteria
En este último trabajo se empleo un parallet pen y un pincel redondo recortado . Se quería obtener unos trazos muy similares a los ideogramas chinos.  Este pincel redondo, recortado con una tijera, permite realizar trazos muy similares a los de una pluma monoline.



lunes, 20 de enero de 2014

Edgardo Maldonado: experimentando con nogalina



Estimado Fernando:



Ayer (domingo) me metí de lleno con una versión de la tinta de nogalina que nunca había hecho: yo quiero que la nogalina quede sin ningún aditivo extra, ni para el color ni para mejorar la densidad, solo tinta de nogalina al ciento por ciento. Pero el problema es que ese material disuelto en agua destilada, luego del reposo recomendado de unas horas, no basta para obtener una tinta que tenga la elasticidad que confieren otros aditamentos, en particular el que ofrece la goma arábiga. No quería usar goma arábiga para hacerla más densa; quería también que me permita escribir un mínimo de cinco renglones sin necesidad de recargar el plumín... púes entonces ¿qué usar como medio? Recordé que en el medioevo se usaba miel, que unas cucharadas de miel en el té para reemplazar el azúcar refinado hacen que el color del té se acreciente y se oscurece mucho... así que allá fueron varias cucharadas -más que generosas- de miel al tintero. Quedó una melaza de interesante color sepia muy subido pero sin llegar al terroso oscuro, porque la miel parece acrecentar el tono e intensidad de la nogalina tal como lo hace con el té... pero el problema es que luego de escribir unas cuantas líneas observé que la tinta no acaba de secar nunca... ¡y quedó toda la página con un pegote imposible de archivar! De modo que hube de rectificar toda la receta, mezclar con cuanta cosa tenía a mano para esfumar el efecto pegajoso de la tinta: negro de humo, tanino, sulfato de hierro, vino tinto agriado, vinagre blanco de alcohol, y la inefable goma arábiga. Así estoy, ahora en la pelea para recuperar una simple tinta de nogalina que se ha vuelto una ferrogálica azucarada y de muy buen aroma...

 
Nogal

Pero lo voy a intentar, una y mil veces, hasta que consiga una tinta pura de nogalina sola con las propiedades más deseables: untuosidad, buen rendimiento (mi ideal es escribir no menos de cinco renglones sin recargar en una hoja A4 ), buen tono, color y carácter, y que sea además inmune al agua. La goma arábiga produce un aclaramiento indeseable a la nogalina, si bien es cierto que le confiere dureza y brillo a toda la tinta, hay que reforzar la "dosis" y sobresaturar la receta. La menor gota de agua puesta por demás en la fórmula descompensa todo y hay que empezar de nuevo.
 
Tinta y nogalina. José Garrido Herráez
Creo que la próxima receta será una componenda entre la proporción de miel y de goma arábiga. La nogalina utilizada pura y saturada en un poco de agua tiene un color increíble, fabuloso. No he vista ninguna tinta sepia en el mercado que se aproxime siguiera a la belleza del tono que da la nogalina. Hace unos años compré varias tintas alemanas Rohrer & Klinger, de colores muy vistosos y bonitos, entre la cuales también todavía tengo un frasco con el sepia: es un color cadavérico, de tono pálido y sin ningún carácter. Es preferible el sepia fuerte y denso de Sheaffer, mucho más recomendable y potente. ¡Es preferible hacer uno mismo ese color con la nogalina!
 
Rosa González García

Es una lucha sin cuartel hasta que uno descubre cuál es el equilibrio ideal entre todos los componentes. Déjeme contarle además que, cuando comencé con estas recetas milenarias, pesaba todos los componentes con rigurosidad y obsesión científicas; ahora me guío por la intuición, pero no siempre me resulta; depende de un cierto estado de ánimo, de una predisposición y una voluntad que no siempre nos acompañan para atacar los problemas. Lo mejor es acotarse al peso y proporciones que se prescriben en las recetas conocidas. Estoy muy lejos de ser un Leonardo...



Cuénteme más sobre su visita a Buenos Aires! Si tiene oportunidad de visitarnos, no deje de avisarme. La casa que mejor surtido tiene de componentes diversos para exploraciones de este tipo, probablemente sea Van Rossum: http://www.vanrossum.com.ar/index.aspx



Le recomiendo visitar ese sitio, creo que puede pedirles lo que guste para que se lo envíen. No sé de qué procedencia es la nogalina que venden, pero le aseguro que resulta muy recomendable.

 
Susana Munay.  caligrafía experimental con nogalina

Nunca probé los óxidos minerales para facturar tintas, hasta ahora. Los tengo de mi época de ceramista, cuando preparaba una barbotina colorida para aplicar los engobes. Supongo que podrían utilizarse tan bien como cualquier otro pigmento. Pero antes de explorar esos caminos, prefiero agotar todos los secretos de las ferrogálicas, si es que una sola vida me alcanza para tal cosa...
Fernando Romero l. experimentando con tirapen y nogalina.


No he leído a Federico Andahazi; quizás lo haga en el futuro, desconocía el libro que menciona. Ahora estoy con Alexander Theroux, "Los colores primarios", una obra deliciosa, imperdible y fascinante sobre la significación del azul, el amarillo y el rojo a través de la historia y de diversas culturas. ¡Se lo recomiendo!



No lo entretengo más, no deje de escribirme!

Un abrazo desde Buenos Aires.

EDGARDO